Protégete de Ómicron desplazándote en bicicleta

Siempre parece cerca de acabar pero, cuando más nos confiamos de ello, la pandemia vuelve a darnos un golpe de realidad y a castigar todavía más si cabe los modelos de vida que solíamos llevar a cabo en tiempos pre-pandémicos. Están siendo tiempos de aprendizaje a todos los niveles, de transformación de nuestros hábitos del día a día y de adaptación a lar circunstancias actuales.

En este proceso, uno de los cambios a mejor que la sociedad ha adoptado desde la aparición del coronavirus hasta el día de hoy es la alta frecuencia con la que tomamos la postura de desplazarnos a través de la bicicleta. El miedo al contagio en espacios cerrados como coches compartidos, autobuses o demás vehículos a motor ha permitido la promoción de la bici como una herramienta esencial en el transporte por la ciudad.

 

El deporte como escudo ante la covid-19

Cada vez más pasamos una ingente cantidad de tiempo sentados en el pupitre, en el escritorio o en la oficina. El teletrabajo delante del ordenador no ayuda a desentumecer el cuerpo y algo tan vital como ejercitar cardiovascularmente nuestro organismo es una tarea difícil entre las cuatro paredes.

Esta situación motiva a realizar en bicicleta los desplazamientos al trabajo o a los mandados cotidianos como son los de: ir al supermercado, farmacia o centro de salud. En este sentido, ciudades como Murcia están apostando cada vez más por ponérselo fácil a todos aquellos usuarios que decidan transportarse encima del manillar.

Caminar sobre ruedas permite activar nuestros músculos con los inmensos beneficios que conlleva el movimiento en las personas, esenciales tanto en la parte física como por supuesto en la mental.

 

Los carriles bici, un espacio seguro frente al coronavirus

La red pública de bicicletas es una de las mejores opciones -sino la mejor- ante la alta incidencia que estamos sufriendo en esta sexta ola, donde -aunque no se traduzcan en hospitalizaciones- los contagios continúan al alza.

Mantener la distancia en el carril bici, así como limpiar y desinfectar aquel material que después va a ser utilizado por otra persona es una cuestión moral y de respeto al resto de la población. Con una simple desinfección de aquellas zonas más palpadas como pueden ser los mangos del manillar y el sillín podemos evitar la transmisión del virus y asegurar todavía mas el uso de la bicicleta y los carriles bici como un espacio seguro.

 

 

 

 

 

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